En las últimas semanas, el Gobierno anunció un aumento del 15,5% para las jubilaciones mínimas y el pago de tres bonos “de hasta $7.000” desde septiembre y hasta noviembre. La determinación es parte de la Ley de Movilidad que establece ajustes trimestrales para compensar la pérdida del poder adquisitivo por la inflación.

No obstante, un informe realizado por Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), basado en los datos oficiales, dio cuenta de que “si se quisiera compensar la pérdida del último trimestre (junio-agosto), el bono debería ser de $ 36.521, y de $ 47.846 para el último semestre”.

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Asimismo, en el caso de que se desee compensar lo no percibido en el último año, es decir, desde agosto 2022 contra el mismo mes de 2021, ese refuerzo debería alcanzar $90.746, y lo acumulado desde diciembre de 2017, cuando se modificó la ley de movilidad jubilatoria, el bono debería ser de $345.600.

“Estos valores reflejan que la elevada y persistente inflación de los últimos años ha erosionado de manera importante el poder adquisitivo de la clase pasiva, incluso la que cobra los haberes mínimos”, destacó el informe realizado por Nadin Argañaraz, especialista en temas tributarios y previsionales, y que fue publicado por El Perfil.

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Además, el documento del IARAF recordó que en los 56 meses entre diciembre de 2017 y agosto de 2022, “la inflación promedio mensual minorista ha sido del 3,5% aproximadamente”, lo que erosionó el poder adquisitivo de los sectores sociales con ingresos fijos, principalmente jubilados y pensionados.

Sacando agosto de 2020, “la tendencia descendente es clara. Este mes un jubilado con la mínima debería estar cobrando $49.600 (y no $37.500) para tener igual poder adquisitivo que el que había tenido en agosto de 2017”. Y destaca que a partir de ese reajuste debería “seguir cobrando lo mismo que la inflación que se tenga”.

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En síntesis, el haber de agosto tiene una pérdida real del 24% respecto del haber de agosto de 2017. “Esto significa que si se quisiera recuperar el poder adquisitivo” de ese período “habría que subir el haber un 32% y de ahí que siga a la inflación”, destacó el informe.

Si se aumentase el haber un 32% y luego lo necesario para no perder con la inflación, se les aseguraría a los jubilados el mantenimiento del poder adquisitivo de hace unos años, “pero, obviamente, eso no compensaría nada del poder adquisitivo perdido en los últimos años” y de ahí, nace la necesidad de otorgar un bono de hasta $ 345.000 para equiparar los niveles de diciembre de 2017.